Bienvenida Primavera

Es hora de florecer

Se comienza a atisbar la energía creadora de la primavera, el florecimiento de la nueva vida esta cerca.

¿Qué tal si esta primavera pones acción en eso que tanto llevas pensando?

!Si, sí¡ esa idea que llevas pensando muchos meses, incluso años… la que cuando piensas en ella tienes una extraña sensación en las entrañas.

La primavera es el momento propicio para empezar nuevas cosas, nuevos hábitos, nuevas rutinas, nuevos proyectos, nuevas creaciones… nuevas cosas en general.

Nuestros más profundos propósitos, en muchas ocasiones, no pasan de ser representaciones mentales que tras el paso del tiempo se convierten en sueños cada vez más lejanos.

Es algo así, como si consiguiésemos las mejores semillas que existen, las de mayor calidad, y las que dan los mejores frutos, pero no las sembramos nunca.

En lugar de eso, preferimos guardarlas en un tarro de cristal en el rincón más especial de nuestra casa, de cuando en cuando, nos acercamos para observarlas y tomándolas entre las manos con mucho cariño fantaseamos con paladear el dulce sabor de sus frutos.

Este es el momento perfecto para plantar tu semilla especial.

La tierra está perfectamente preparada, las heladas y la nieve se han llevado consigo todos los parásitos, disponemos del agua y de la humedad suficiente para nutrir la semilla hasta hacerla eclosionar, debes guardarla de forma profunda en la tierra para proteger su germinación, aunque no mucho para que el sol pueda llenarla con su energía.

!Todo está preparado¡

Solo faltas tú

Tus ganas

Tu energía

Tu entusiasmo

Tu pasión

Sé que a veces da miedo, que necesitamos plantar muchísimas semillas para obtener algún fruto, o aún peor, que a veces no florece nada, esto también ocurre en la naturaleza, y por más cosechas que se pierdan la madre tierra nunca ha renunciado a la primavera.

Créeme si te digo que muchas veces he sembrado con esmero y todo se ha perdido, pero eso no me hace perder ni un ápice de entusiasmo en mis nuevos desafíos, todo lo contrario, cada vez que planto una semilla lo hago con todo el amor, sé que me llevará su tiempo, que la tendré que cuidar con mucho mimo, que he de seguir un calendario de riego, estar pendiente de la climatología, cuidarme de las plagas, elegir que partes podar, y un largo etcétera, pero sobretodo sé que tendré que tener mucha paciencia y perseverar.

¿Y si después de tanto esfuerzo todo se pierde? No pasa absolutamente nada, nos llevamos todo lo aprendido junto con muchas nuevas experiencias.

Además podemos conseguir buenas conclusiones en las que ahondar durante otoño, permitirlas que vayan tomando su forma en el invierno, y al final en pocos meses podemos volver a sembrar.

Yo ya ando preparada con todos los aperos para la nueva cosecha. ¿Y tú? ¿Te vas a dar el permiso de sembrar tus semillas?

Atrévete, no vaya a ser que de tanto que las guardes se vayan a echar a perder.

Este es el momento idóneo para comenzar, puede que el mundo este esperando unas semillas como las tuyas, tenlo en cuenta.

¡ Bienvenida Primavera!

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